«Recuerdo que, cuando mi madre falleció, tenía 34 años. Su muerte ocurrió en julio, y en diciembre la Navidad llegó con una sombra que no podía evitar. Aquella sería la primera Navidad sin ella, y el dolor de la ausencia me superaba. Aunque había pasado el tiempo, no estaba preparado para la intensidad de la pérdida. El dolor era tan profundo que no podía más que sucumbir a él, entregándome a la dolorosa verdad de que la Navidad, en ese momento, ya no tenía sentido. En la noche de Navidad, mientras mi familia celebraba, me retiré en silencio y subí a la azotea. Allí, alejado de la alegría, caí de rodillas, atrapado por una tristeza profunda que no pude soportar».
La Navidad, esa época del año que tradicionalmente se llena de alegría, luces y reuniones familiares, se convierte en un desafío emocional para muchas personas que enfrentan la pérdida de un ser querido. La primera Navidad sin esa persona especial puede ser una experiencia profundamente dolorosa y desconcertante. La tristeza, la ansiedad y la soledad son sentimientos comunes que emergen cuando las festividades ya no son lo que eran. Sin embargo, a pesar del dolor, es posible afrontar estas Navidades con un enfoque saludable, permitiéndonos sanar y, eventualmente, honrar la memoria de nuestros seres queridos.
El impacto emocional de la pérdida durante las fiestas
La Navidad tiene una carga emocional significativa. Para muchos, esta es una época que involucra recuerdos felices, momentos compartidos con seres queridos y tradiciones que nos unen. Cuando alguien muere, especialmente si es cercano, las festividades se sienten diferentes y, a menudo, insostenibles. Según estudios psicológicos publicados en revistas como The American Journal of Psychiatry y Journal of Clinical Psychology, las personas que atraviesan un duelo intenso durante las fiestas pueden experimentar un incremento en la tristeza, la melancolía e incluso síntomas de depresión y ansiedad. Los recuerdos de los años anteriores pueden intensificar el dolor, y la ausencia se hace aún más palpable.
Afrontar la Navidad sin un ser querido
Permítete sentir: La primera Navidad sin tu ser querido es un proceso de duelo único. Si bien la sociedad a menudo promueve la idea de estar “felices” en las festividades, los expertos en salud mental insisten en que el primer paso para superar el dolor es permitirte sentir lo que estás experimentando. La terapeuta del duelo, Pauline Boss, autora del libro Ambiguous Loss, subraya que las personas que están atravesando el dolor de una pérdida deben permitirse sentir tristeza, enojo o cualquier otra emoción, ya que reprimir estos sentimientos puede hacer que el proceso de sanación se alargue.
Establece nuevas tradiciones o adapta las antiguas: Puede ser útil replantearse las tradiciones navideñas que solían compartir con el ser querido. Según la psicóloga Judith H. Herman, autora de Trauma and Recovery, cambiar algunas costumbres puede servir para crear nuevos recuerdos que, con el tiempo, te ayudarán a sanar. Esto no significa que debas olvidar la persona que perdiste, sino más bien honrarla de una forma distinta, lo que puede involucrar desde una misa especial, hasta un acto de caridad en su nombre.
Hablar sobre el ser querido: Es importante que no te sientas culpable por hablar sobre la persona que ya no está. Según estudios en el Journal of Loss and Trauma, hablar de un ser querido fallecido durante las festividades puede ser un ejercicio terapéutico. Expresar recuerdos, contar historias y compartir anécdotas pueden ser una forma de mantener viva su memoria, además de ayudar a reducir la sensación de aislamiento y soledad.
Buscar apoyo emocional: Los sentimientos de soledad y tristeza son comunes durante el duelo, especialmente en Navidad. Buscar el apoyo de familiares y amigos cercanos puede ser un alivio. Sin embargo, en muchos casos, las personas que sufren de dolor intenso prefieren hablar con profesionales. Los terapeutas especializados en duelo pueden ofrecerte estrategias personalizadas para gestionar el dolor y la tristeza. En este sentido, el apoyo psicológico se ha demostrado como una herramienta eficaz. Según un artículo publicado en Psychology Today, la terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las intervenciones más útiles para las personas en duelo, pues les ayuda a afrontar los pensamientos y sentimientos negativos.
No te exijas demasiado: A menudo, durante el duelo, existe la presión de «superar» rápidamente la tristeza. La doctora Elizabeth Kübler-Ross, en su obra On Death and Dying, destaca que el duelo no tiene un calendario fijo y que cada individuo lo vive a su propio ritmo. Durante las festividades, es importante ser amable contigo mismo y no forzarte a sentirte de una determinada manera. Si sientes que necesitas tomarte un tiempo para ti mismo, es completamente válido. De acuerdo con investigaciones de la American Psychological Association, darse permiso para no participar en todas las actividades navideñas no es un signo de debilidad, sino una forma saludable de proteger tu bienestar emocional.
Recuerda que el duelo es un proceso: El primer año sin un ser querido durante las fiestas es solo una etapa dentro de un proceso más largo. Los estudios sobre el duelo muestran que, con el tiempo, las personas aprenden a integrar la pérdida en sus vidas y a encontrar formas de vivir con ella, sin que esta se convierta en una carga insostenible. La psicóloga J. William Worden, en su libro Grief Counseling and Grief Therapy, explica que el duelo no es algo que se debe «superar» rápidamente, sino un proceso continuo de adaptación. Con el paso del tiempo, la Navidad dejará de ser solo un recordatorio doloroso, y te permitirá integrar esa ausencia de una manera más serena.
El tener que sanar
La primera Navidad sin un ser querido es un desafío emocional significativo, pero no tiene que ser enfrentada en solitario. Reconocer la tristeza, crear nuevas tradiciones, buscar apoyo y no exigirse demasiado son pasos fundamentales para navegar este período con mayor resiliencia. A pesar del dolor, la Navidad también puede ser un momento para honrar a esa persona especial y encontrar nuevas formas de conectarte con los demás. No olvides que el duelo es un proceso y que, con el tiempo, podrás recordar a tu ser querido con más paz, mientras continúas avanzando en tu vida.