En esta edición, conversamos con Jhonatan Andrés Díaz e Ysrael Rivas Monsalve, expertos en tanatopraxia, quienes forman parte del equipo de procedimientos (Funeraria) tanatoprácticos de Funerarias Perú. Nos comparten detalles sobre sus procesos, desafíos y el valor humano de su labor en la preservación de cuerpos.
Como dato importante las principales funciones de un tanatopractor incluyen la conservación del cuerpo mediante técnicas de embalsamamiento, la reconstrucción facial y corporal para devolver una apariencia natural a quienes han sufrido daños severos, y la higiene y preparación según las tradiciones familiares. Además, brindan asesoría emocional para apoyar a los dolientes y aseguran el cumplimiento de normativas sanitarias en el manejo de cuerpos fallecidos
Bienvenidos, Jonathan e Ysrael. Gracias por acompañarnos y compartir detalles sobre el embalsamamiento, un proceso poco difundido y que, para muchos, puede ser un tema difícil de abordar.
Jhonatan: Gracias por la invitación. Es importante hablar sobre este trabajo, ya que más allá de los aspectos técnicos, tiene un gran valor emocional y cultural.
¿Cómo describirían el propósito principal de su labor?
Jhonatan: La tanatopraxia combina ciencia, técnica y empatía. Nuestro objetivo principal es preservar e higienizar el cuerpo del fallecido, garantizando que sus seres queridos puedan despedirse en condiciones dignas y respetuosas. Este trabajo no solo es necesario, sino que también tiene un impacto emocional positivo en las familias, ya que la presentación final del cuerpo puede influir en su proceso de duelo.
Ysrael: Complementando lo que dice Jhonatan, desde la tanatología buscamos también acompañar a las familias en su duelo. La tanatopraxia y el embalsamamiento permiten crear un espacio de paz y serenidad donde los dolientes puedan enfrentar la pérdida de una manera más tranquila, viendo a su ser querido en un estado de reposo y respeto.
¿Podrían explicarnos los diferentes tipos de embalsamamiento que realizan?
Jhonatan: Claro. Adaptamos los procedimientos según las necesidades del caso. Por ejemplo, el embalsamamiento normal es el más común y consiste en inyectar líquidos conservantes como formaldehído, glicerina y fenol a través de arterias específicas, generalmente la femoral. Este proceso preserva el cuerpo temporalmente y mejora su apariencia.
En casos de muerte accidental con hemorragias internas, realizamos un tratamiento de cavidad, que implica retirar los órganos y vísceras, tratarlos con formaldehído y reinsertarlos para evitar una rápida descomposición. También utilizamos el embalsamamiento hipodérmico, en el que los líquidos se inyectan directamente en los tejidos cuando el acceso a las arterias es limitado.
Ysrael: Cada caso es único y requiere una evaluación precisa para decidir el procedimiento más adecuado, siempre respetando las necesidades de la familia y las condiciones del cuerpo.
¿Han enfrentado casos especialmente desafiantes en su carrera?
Jhonatan: Uno de los casos más complicados fue el de un cuerpo que llevaba un mes en la morgue sin identificar, ya que los familiares vivían en Brasil. El estado de descomposición era avanzado y el olor era muy fuerte. Tuvimos que utilizar productos químicos específicos, como cloro, para eliminar el olor y preparar el cuerpo para su traslado internacional. Fue un reto, pero logramos que el fallecido llegara a su destino en condiciones dignas.
Ysrael: Recuerdo un caso de un accidente de motocicleta en el que el fallecido sufrió una fractura Craneoencefálica severa. Su rostro estaba desfigurado, pero su familia, especialmente sus hijas pequeñas, deseaban verlo en el ataúd. Realizamos una reconstrucción facial detallada para restaurar su apariencia. Fue un desafío técnico y emocional, pero logramos ofrecerles una despedida adecuada.
¿Qué habilidades consideran esenciales para realizar esta labor?
Jhonatan: Es fundamental tener conocimientos sólidos en anatomía, química y técnicas de embalsamamiento. Además, la precisión y el cuidado son clave, especialmente en casos que requieren reconstrucción facial o corporal.
Ysrael: A eso añadiría la empatía y la sensibilidad. Aunque trabajamos con cuerpos, nuestra labor es profundamente humana, porque estamos acompañando a las familias en un momento de dolor y duelo.
¿Qué mensaje les gustaría transmitir a las familias que recurren a sus servicios?
Jhonatan: Nuestro trabajo no solo se enfoca en la preservación del cuerpo, sino en ofrecerles tranquilidad emocional. Nos esforzamos para que puedan despedirse de su ser querido de la mejor manera posible.
Ysrael: Queremos que sepan que estamos aquí para apoyarlos en este proceso tan difícil. Más allá de los procedimientos técnicos, nuestro objetivo es brindar respeto, cuidado y serenidad a las familias.
Muchas gracias por compartir su experiencia. Su labor es un verdadero ejemplo de compromiso y profesionalismo.
Jhonatan: Gracias a ustedes por permitirnos visibilizar nuestro trabajo y su importancia.
Ysrael: Agradecemos el espacio. Es esencial que la sociedad entienda el valor de esta labor.
El Editor.
